El debut en la dirección de Jordan Scott (hija de Ridley, que aquí ejerce de productor) es una película pequeña, sin que eso sea nada malo. Es sencilla y elegante, los personajes están bien retatados y la historia nos engancha. La película crea una atmosfera envolvente, que va in crescendo según avanza la película. Las actrices no pueden estar mejor elegidas: Eva Green vuelve a demostrar que es una de las actrices más competentes y más guapas de su generación (y lamentablemente una de las que peor suerte tiene en taquilla), María Valverde vuelve a hacer de lolita y lo vuelve a hacer genial y Juno Temple e Imogen Poots se perfilan como grandes estrellas futuras.
Una gran opera prima. Una pena que el sistema de distribución no haya permitido que llege a los cines de España ni que se publicitara como merecía.
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