martes, 11 de octubre de 2016

"Crisis in six scenes", la no serie de Woody Allen


Fueron muchas las propuestas para realizar una serie que el neoyorquino había recibido antes de aceptar este proyecto de Amazon. ¿La razón por la que finalmente dijo sí? El propio director confesó que fue únicamente porque le ofrecieron una cuantiosa suma de dinero que no podía rechazar. También ha declarado esta será la última vez que realiza una serie y que Crisis in six scenes debe considerarse como una película divida en seis episodios.


Este último es quizá el mayor defecto de la serie, puesto que realmente...no es una serie. Woody Allen no se ha interesado por cómo funcionan las ficciones televisiva, en las que el desarrollo de la historia es muy distinta a la del cine. Tampoco ha realizado el esfuerzo de adaptar sus señas de identidad, como su humor, sus fobias o sus crisis de identidad a la estructura de una narración serial. De hecho estos seis capítulos de poco más de 20 minutos de duración funcionan mejor si se ven de un sólo tirón, formando una película de dos horas.


Dejando de la lado la pereza del autor para realizar el tipo de producto para el que ha sido contratado, Crisis in six scenes contiene los elementos suficientes para gustar a los seguidores del director. Ambientada en los revolucionarios años 60, cuenta la historia de un matrimonio acomodado (interpretados por el propio Allen y por Elaine May), una pareja que se considera progresista pero que piensa que para mejorar el mundo sólo tienen que votar a los partidos correctos cuando haya elecciones. Su vida se tambalea cuando aparece Lennie (Miley Cyrus) una activista contra la Guerra de Vietnam perseguida por la justicia a la que tienen que ocultar en su casa.

Aunque los diálogos entre el personaje de Allen y el de Cyrus, en los que se confrontan el activismo contra la pasividad en la lucha política, son interesantes y tienen momentos de humor muy conseguidos, el conjunto en general no llega a transcender. La serie está más cerca de las películas más olvidables del director, como Irrational Man, que de la genialidad de obras como Midnight in Paris.


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